lunes, 15 de diciembre de 2008

ALEJANDRO MAGNO


1.INTRODUCCIÓN

Alejandro III, hijo de Filipo, rey de Macedonia, sólo vivió 33 años -- entre 356 y el 323 aC--, pero su huella ha permanecido indeble en la memoria de los hombres. Conquistador del imperio aqueménida fundado por Ciro el Grande, vencedor de Darío III, primer europeo que bañó sus pies en el Indo y estratega genial, su figura no se hubiera hecho tan legendaria de no verse orlada por unas dotes personales casi sobrehumanas y un espíritu que albergaba una sed de conociminetos y un afán de aventura imposible de saciar. Sin esas condiciones, jamás hubiera podido apoderarse en apenas ocho año de una extensión de más de 10 millones de Km2 (20 veces España).




2. LAS PRIMERAS CONQUISTAS

Alejandro nació en Pela, la antigua capital de Macedonia; era hijo de Filipo II, rey de Macedonia, y de Olimpia, princesa de Epiro. Aristóteles fue su tutor, enseñándole retórica y literatura, y estimuló su interés por la ciencia, la medicina y la filosofía. En el verano del año 336 a.C. Filipo fue asesinado y Alejandro ascendió al trono de Macedonia. Se encontró rodeado de enemigos y se vio amenazado por una rebelión en el extranjero. Alejandro ordenó la ejecución de todos los conspiradores y enemigos nacionales. Marchó sobre Tesalia, donde los partidarios de la independencia habían obtenido el control, y restauró el dominio macedónico. Hacia finales del verano del 336 a.C. había restablecido su posición en Grecia y un congreso de estados en Corinto lo eligió comandante del Ejército griego para la guerra contra Persia. En el 335 a.C. dirigió una campaña brillante contra los rebeldes tracios cerca del río Danubio. A su regreso a Macedonia, reprimió en una sola semana a los hostiles ilirios y dardanelos cerca del lago Pequeño Prespa y después se dirigió hacia Tebas, que se había sublevado. Tomó la ciudad por asalto y arrasó sus edificios, respetando sólo los templos y la casa del poeta lírico Píndaro, esclavizando a unos treinta mil habitantes capturados. La rapidez de Alejandro en reprimir la sublevación de Tebas facilitó la inmediata sumisión de los otros estados griegos.




3.LA CREACIÓN DE UN IMPERIO

Alejandro comenzó su guerra contra Persia la primavera del 334 a.C. al cruzar el Helesponto (actualmente Dardanelos) con un ejército de unos 365.000 hombres de Macedonia y de toda Grecia; sus oficiales jefes eran todos macedonios, incluidos Antígono (más tarde Antígono Monoftalmos), Tolomeo (más tarde Tolomeo I) y Seleuco (más tarde Seleuco I). En el río Gránico, cerca de la antigua ciudad de Troya (en la actual Turquía), atacó a un ejército de 40.000 persas y griegos hoplitas (mercenarios). Sus fuerzas derrotaron al enemigo y, según la tradición, sólo perdió 110 hombres; después de esta batalla, toda Asia se rindió. Al parecer, en su camino a través de Frigia cortó con su espada el nudo gordiano. Continuó avanzando hacia el sur y se encontró con el ejército principal persa, bajo el mando de Darío III, en Isos, en el noroeste de Siria. Según la tradición, el ejército de Darío se estimaba en 500.000 soldados, cifra que hoy es considerada exagerada. La batalla de Isos, en el año 333 a.C., terminó con una gran victoria de Alejandro. Aunque cortó la retirada, Darío huyó, abandonando a su madre, esposa e hijos a Alejandro, quien les trató con respeto debido a su condición de familia real. Tiro, un puerto marítimo muy fortificado, ofreció una resistencia obstinada, pero Alejandro lo tomó por asalto en el 332 a.C. después de un asedio de siete meses. Seguidamente, Alejandro capturó Gaza y después pasó a Egipto, donde fue recibido como libertador. Estos acontecimientos facilitaron el control de toda la línea costera del Mediterráneo. Más tarde, en el 332 a.C., fundó en la desembocadura del río Nilo la ciudad de Alejandría, que se convirtió en el centro literario, científico y comercial del mundo griego. Cirene, la capital del antiguo reino de Cirenaica, en el norte de África, se rindió a Alejandro en el 331 a.C., extendiendo sus dominios a todo el territorio de Cartago. En la primavera del 331 a.C. Alejandro hizo una peregrinación al gran templo y oráculo de Amón-Ra, el dios egipcio del Sol a quien los griegos identificaron con Zeus. Se creía que los primeros faraones egipcios eran hijos de Amón-Ra, y Alejandro, el nuevo dirigente de Egipto, quería que el dios le reconociera como su hijo. La peregrinación tuvo éxito, y quizá confirmara la creencia de Alejandro en su propio origen divino. Dirigiéndose de nuevo hacia el norte, reorganizó sus fuerzas en Tiro y salió hacia Babilonia con un ejército de 40.000 infantes y 7.000 jinetes. Cruzó los ríos Éufrates y Tigris y se encontró con Darío al frente del ejército persa, el cual, según informes exagerados, llevaba un millón de hombres, cantidad que no impidió que sufriera una derrota devastadora en la batalla de Arbela (Gaugamela) el 1 de octubre del 331 a.C. Darío huyó al igual que hizo en Isos y un año más tarde fue asesinado por uno de sus propios colaboradores. Babilonia se rindió después de Gaugamela, y la ciudad de Susa, con sus enormes tesoros, fue igualmente conquistada. Más tarde, hacia mitad del invierno, se dirigió a Persépolis, la capital de Persia. Después de robar los tesoros reales y apropiarse de un rico botín, quemó la ciudad, lo cual completó la destrucción del antiguo Imperio persa. El dominio de Alejandro se extendía a lo largo y ancho de la orilla sur del mar Caspio, incluyendo las actuales Afganistán y Beluchistán, y hacia el norte a Bactriana y Sogdiana, el actual Turkestán ruso, también conocido como Asia central. Sólo le llevó tres años, desde la primavera del 330 a.C. hasta la primavera del 327 a.C., dominar esta vasta zona. Para completar la conquista del resto del Imperio persa, que en tiempos había incluido parte de la India occidental, Alejandro cruzó el río Indo en el 326 a.C. e invadió el Punjab, alcanzando el río Hifasis (actual Bias); en este punto los macedonios se rebelaron, negándose a continuar. Entonces Alejandro construyó una flota y bajó navegando el Hidaspo (llamado Hydaspes por los griegos, donde derrotó al dirigente indio Poros en el 326 a.C.) hacia el Indo, alcanzando su delta en septiembre del 325 a.C. La flota continuó hacia el golfo Pérsico. Con su ejército, Alejandro cruzó el desierto de Susa en el 324 a.C. La escasez de comida y agua durante la marcha había causado varias pérdidas y desacuerdos entre sus tropas. Alejandro pasó aproximadamente un año organizando sus dominios e inspeccionando territorios del golfo Pérsico donde conseguir nuevas conquistas. Llegó a Babilonia en la primavera del 323 a.C., pero en junio contrajo fiebres y murió. Dejó su Imperio, según sus propias palabras, "a los más fuertes" este ambiguo testamento provocó terribles luchas internas durante medio siglo.








GUERRAS RECORD


Según el Libro Guinness de los Récords los siguiente conflictos están cada uno en un extremo[7] . La guerra más breve que se conoce es la que se declaró entre Gran Bretaña y Zanzíbar (posteriormente se uniría con Tanganica para formar la actual Tanzania), el 27 de Agosto de 1896, según los registros, duró sólo 38 minutos.
La guerra más larga habría sido la Guerra de los Cien Años que duró más de un siglo, en concreto 115 años. No obstante, la llamada Guerra de Arauco, una serie interrumpida de batallas, duró unos 300 años, con largos periodos de tregua.

La guerra de la Reconquista en la península Ibérica sería, con mucho, la más larga de la historia con casi 800 años, si no consideramos los frecuentes tratados de paz, alianzas y batallas esporádicas muy localizadas. Eran las típicas guerras de tipo feudal, que ocasionaron la proliferación de castillos defensivos, los cuales le dieron el nombre al reino de Castilla, aunque también proliferaron en el resto de la península.

La guerra más sangrienta por el número de muertos fue, con mucho, la Segunda Guerra Mundial con sus más de 50 millones de muertos por una u otra causa. Sin embargo, la Guerra de la Triple Alianza lo sería en relación a la aniquilación de una población nacional organizada (la población paraguaya), descendiendo los habitantes de Paraguay de 1,400,000 a 220,000; quedando sólo unos 30,000 varones en edad reproductiva.
Nuevamente la Segunda Guerra Mundial ostenta el récord de ser la más costosa económicamente.

La guerra civil más sangrienta, entendida como la que produjo mayor número de muertos, se produjo en la China de la dinastía Qing y es conocida como Rebelión Taiping (Gran Paz traducido del chino). Se libró entre la citada dinastía Qing y tropas del gobierno Manchú también chino desde 1851 a 1864 donde los cálculos más ajustados indican que las muertes pudieron oscilar entre los 20 y los 30 millones de personas, incluidos 100,000 asesinatos por las fuerzas gubernamentales en el saqueo de Nanking, entre el 19 y el 21 de julio de 1864.

CAUSAS DE LA GUERRA


Buscar una o varias causas a las guerras ha sido una constante para muchos historiadores y políticos con el fin de evitar posibles conflictos en el futuro o encontrar culpables.[5] Así autores como Brian Hayes apuntan a que ciertas causas se tienen como ciertas.

Causas tradicionalmente admitidas [editar]
(ver tambien:
Guerra como conflicto social)
El militar
Alberto Piris engloba, muy grosso modo, las causas de la guerra en tres:[6]
Causas de tipo psicológico basadas en la percepción de los conflictos.
Causas de tipo tradicional como las territoriales, históricas, económicas y étnicas.
Causas modernas como las carencias democráticas, el progresivo empobrecimiento de los países
subdesarrollados o el militarismo.
Así mismo hace hincapié en el fanatismo religioso y las crisis económicas, donde una minoría poderosa acapara las riquezas frente a la mayoría gobernada, suelen ser causas de pronunciamientos armados. Así mismo postula que los gobiernos donde el
Estado de derecho es más fuerte (lo que comúnmente se conoce como democracias) la posibilidad de recurrir a la fuerza es menor que en los regímenes totalitarios. Este autor se alinea con otros, como Fernando Savater que defienden las opiniones de que nunca se han enfrentado dos democracias reales (países con estado de derecho), siempre ha sido una dictadura contra una democracia o dos dictaduras.
En último término el militar español se plantea la pregunta esencial, según él, para poder evitar las guerras: lo fundamental no es conocer las causas por las que se desencadenan los conflictos armados; sino los motivos por los que no se recurre a otras medios para resolverlos.
[6]

Definición etimológica [editar]


La voz guerra viene del término germánico werray, con el significado de contienda; su equivalente latino es bellum, y de esa palabra han quedado en español las voces bélico, beligerante, belicoso, belicista o belígero.



Instituto de Investigación de la Paz Internacional [editar]
Paz Internacional, instituto sueco, define la guerra como todo aquel conflicto armado que cumple dos requisitos:[4]
Enfrentar al menos una fuerza militar, ya sea contra otro u otros ejércitos o contra una fuerza
insurgente.
Haber muerto mil o más personas.

Concepto filosófico [editar]
Se puede hablar de una guerra lícita desde un punto de vista
moral. En este caso hay que distinguir:
Si la guerra en general puede ser lícita.
Si se garantizan las condiciones requeridas.
Desde un punto de vista filosófico se entiende que la guerra no es necesariamente ilícita. Existe el derecho de autodefensa o de legítima defensa contra el enemigo exterior cuando ataca injustamente a un pueblo. Si se niega este derecho de legítima defensa se robustece al agresor y se pone en peligro la paz de los pueblos. Sin embargo para que una guerra pueda tener una licitud ética, existen una serie de condicionantes:
Que haya una injusticia real, verdadera y de gravedad.
Inviabilidad de defenderse por vía pacífica.
Perspectiva y esperanza de éxito final.
Que se pueda evitar un perjuicio a terceros inocentes.
La defensa del bien público prevalece sobre cualquier derecho del agresor e incluso sobre los riesgos que puedan tener los propios súbditos agredidos. Pero se considera ilícita la matanza injusta.
Desde ese mismo punto de vista filosófico se considera que el movimiento a favor de la paz se hace acreedor del más alto reconocimiento. Dicho movimiento es difusor de un espíritu pacifista, de un entendimiento y comprensión entre los pueblos. Su fin ético y moral es conseguir la paz y los acuerdos sin derramamiento de sangre.

CONCEPTO DE GUERRA


La guerra es la forma de conflicto más grave entre dos grupos humanos. Es quizá la más vieja de las relaciones internacionales. Supone el enfrentamiento organizado de grupos humanos armados, con el propósito de controlar recursos naturales y/o humanos, o el desarme, sometimiento y en su caso destrucción del enemigo, y se producen por múltiples causas, entre las que suelen estar el mantenimiento o el cambio de relaciones de poder, dirimir disputas económicas o territoriales.


Según Sun Tzu "La guerra es el mayor conflicto de Estado, la base de la vida y la muerte, el Tao de la supervivencia y la extinción. Por lo tanto, es imperativo estudiarla profundamente".[1] Según Karl von Clausewitz es "la continuación de la política por otros medios".[2] En Ciencia Política y Relaciones Internacionales la guerra es un instrumento político, al servicio de un Estado u otra organización con fines políticos. Según Richard Holmes la guerra es una experiencia universal que comparten todos los países y todas las culturas.[3]


Las reglas de la guerra (y la existencia misma de reglas) han variado mucho a lo largo de la historia. El concepto de quiénes son los combatientes también varía con el grado de organización de las sociedades enfrentadas. Las dos posibilidades más frecuentes son civiles sacados de la población general, generalmente varones jóvenes, en caso de conflicto, o soldados profesionales formando ejércitos permanentes. También puede haber voluntarios y mercenarios. Las combinaciones de varios o de todos estos tipos de militares son también frecuentes.

Algunos pensadores se han referido a la guerra en los siguientes términos:


"Si quieres la paz, prepárate para la guerra" (Si vis pacem, para bellum) Vegecio


"Cuando los ricos hacen la guerra, son los pobres los que mueren." Jean Paul Sartre


"Lo maravilloso de la guerra es que cada jefe de asesinos hace bendecir sus banderas e invocar solemnemente a Dios antes de lanzarse a exterminar a su prójimo." Voltaire


"La guerra es la forma que tiene el ser humano para demostrar su imperfección." Vegecio


Las formas de hacer una guerra dependen de los propósitos de los combatientes. Por ejemplo, en las guerras romanas, cuyo objetivo era expandir el imperio, el objetivo militar principal eran los combatientes de la nación a conquistar, para incorporar el pueblo una vez conquistado al imperio.
En la actualidad, a veces se hace distinción entre conflictos armados y guerras. De acuerdo con este punto de vista, un conflicto sólo seria una guerra si los beligerantes han hecho una declaración formal de la misma. En una concepción de la doctrina militar de
EE.UU. no se hace distinción alguna, refiriéndose a los conflictos armados como guerras de cuarta generación


En la actualidad, a veces se hace distinción entre conflictos armados y guerras. De acuerdo con este punto de vista, un conflicto sólo seria una guerra si los beligerantes han hecho una declaración formal de la misma. En una concepción de la doctrina militar de EE.UU. no se hace distinción alguna, refiriéndose a los conflictos armados como guerras de cuarta generación